Los adultos jóvenes por lo general se encuentran en la cima de la salud, fuerza, energía y resistencia, están en el máximo de su funcionamiento sensorial y motor, la agudeza visual es óptima entre los 20 y 40 años; el gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor usualmente permanecen intactos hasta los 45 años, tenemos la pérdida de la audición que usualmente comienza en la adolescencia y se agudiza después de los 25 años.
La salud de los adultos jóvenes es entre buena y excelente, demasiados adultos, incluso jóvenes, tienen sobrepeso, ya que no realizan la actividad física suficiente, la mayoría de las enfermedades son multifactoriales, e involucran causas genéticas y ambientales, es importante tomar las medidas preventivas, como las pruebas de Papanicolau para detectar el cáncer cervical y los autoexámenes testiculares para detectas el cáncer testicular.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado a la obesidad como una epidemia mundial. La obesidad la promueve los restaurantes de “comida rápida”, y consumirla en proporciones abundantes, dietas altas en grasa, la tecnología que ahorran el trabajo y el ejercicio y las actividades recreativas sedentarias como la televisión y computadoras. En una sociedad que valora la delgadez, tener sobrepeso puede conducir a problemas emocionales. También supone riesgos de alta presión sanguínea, enfermedades cardiacas, diabetes, algunos tipos de cáncer, disminuye la calidad de vida, entre otros.
La actividad física ayuda a mantener un peso corporal deseable. Construye músculos fuertes, fortalece el corazón y los pulmones, disminuye la presión sanguínea, protege de enfermedades cardiacas de la diabetes, el cáncer, alivia la ansiedad, la depresión, alarga la vida, entre otras.